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Panorámica de Vélez-Málaga

La Alhóndiga

El vocablo árabe alfóndiga alude a un edificio público destinado a la venta y compra de trigo, otros cereales e incluso manufacturas artesanales. En las ciudades españolas fueron almacenes donde los mercaderes estaban obligados a depositar las mercancías que importaban para garantizar el abastecimiento y facilitar la recaudación de impuestos a las autoridades.

La primera referencia documentada de la alhóndiga la encontramos en las Actas Capitulares de 1747 en las que se hablaba de que el edificio del pósito se venía abajo por lo que se optaba por el traslado de las mercancías a una lonja para la venta de comestibles que ya existía. El inmueble se acondicionó para ello, en una actuación que se culminó en 1749 y hasta 1766 fue utilizado como pósito, hasta la construcción, en 1766, del actual Pósito de la plaza de la Constitución.

Anteriormente, este mismo espacio de la alhóndiga, comprendido desde el cubo de la muralla hasta las casas que se dieron antes de lo que se conocía como las cuevas del arrabal de la Alhóndiga, fue empleado hasta el siglo XVIII como terreno para instalar un rastro, donde se vendían al público las carnes que se pesaban en la carnicería y otras mercancías.

La Alhóndiga es un ejemplo interesante de arquitectura comercial, significativa del auge económico vivido en el siglo XVIII. Destaca la sencillez de su diseño y la composición equilibrada y seriada de arcos, en una construcción que sigue el sistema tradicional de ladrillo visto y mampostería. Aunque transformado por su actual uso como sede de la Delegación de Juventud, lo más interesante es el tratamiento diáfano del espacio.

Fuente: Ruiz García, Purificación. "Vélez-Málaga, entre murallas y barreras", 2011; VV.AA. "Guía histórico-artística de Vélez-Málaga", 1997 y Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro Histórico de Vélez-Málaga (PEPRI).