Pozo de San Sebastián
Pozo del Algarrobillo
El pozo de San Sebastián o del Algarrobillo estaba cercano a ermita del mismo nombre y tenía acceso desde la Fortaleza a través de un pasadizo subterráneo para abastecerse de agua en casos de emergencia.
Este pasaje es el único registrado documentalmente tanto por el funcionario Juan Vázquez Rengifo como en el informe que da el alcalde mayor en 1592 sobre la Fortaleza y en el que señala que "lo que conviene reparar y es muy necesario que se haga es la torre que está junto a la sima".
Esa sima era una concavidad profunda y oscura, y según la historiadora Purificación Ruiz, era la que salía hacia el pozo.
En cabildo de 22 de junio de 1775, al plantearse limpiar este pozo, entre otras actuaciones, el Ayuntamiento acordó "taparle la bocamina que los moros construyeron desde la Fortaleza para abastecerse".
En 1984, desde la Concejalía de Cultura, se hizo una excavación en una mina de la cañada trasera a la actual ermita de San Sebastián, a cargo del arqueólogo Javier Cabello Lara, cuya actuación fue publicada un año más tarde. Según Ruiz, al ignorarse el antiguo nombre, se identificó el pozo como de San Sebastián, siendo el antiguo pozo del Algarrobillo.
Fuente: Ruiz García, Purificación. "Vélez-Málaga, entre murallas y barreras", 2011.