La Cilla
Se trata de un edificio construido en 1786 bajo las órdenes del director de obras José Martín de Aldehuela y que estaba destinado al almacenamiento del grano y excedentes agrícolas en beneficio del Obispado de Málaga, su propietario hasta las desamortizaciones del siglo XIX.
El inmueble presenta actualmente dos propiedades o viviendas que en su origen, fueron parte del mismo edificio, la cilla episcopal de San Francisco. La construcción destaca por su funcionalidad y el uso de bóvedas de crucería en la planta baja.
Las viviendas tienen fachadas muy irregulares y su distribución interna está muy modificada. La planta baja de una de ellas presenta algunas habitaciones cubiertas con bóveda de arista y conserva las rampas empedradas por las que ascendían las caballerías para almacenar los granos en los almacenes que se disponían en la planta alta.
En la actualidad permanece gran parte de la sala de almacenaje dividida en dos naves paralelas a la calle, separadas por altos arcos sobre pilares de amplia luz y cubierta a dos aguas con cerchas y tablazón de madera.
El cuerpo que asoma al Callejón de la Cilla es el más antiguo. Solo tiene una altura y en uno de sus extremos tiene una portada adintelada y encalada, aunque aún se aprecia el tipo de fábrica de sus muros, así como los huecos que hoy están cegados, y se han sustituido por otros.
La Cilla es un ejemplo interesante de arquitectura que mantiene elementos domésticos y adopta los propios de su función de almacén.
Fuente: Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro Histórico de Vélez-Málaga (PEPRI).