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Panorámica de Vélez-Málaga
lun 14 may 2012

Comienzan las obras de restauración y rehabilitación del Camarín de los Desamparados en la Puerta Real de la Villa

Se eliminarán los problemas de humedad de este espacio y se colocará una réplica de la Virgen de los Desamparados

El alcalde de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla, y el concejal de Empresa y Empleo, Antonio Martín, han asistido al comienzo de las obras de rehabilitación y restauración del Camarín de la Virgen de los Desamparados y ordenación del entorno de la Puerta Real de la Villa, una actuación cofinanciada por fondos europeos a través del proyecto Iniciativa Urbana "De toda la Villa".

Los responsables municipales, junto a miembros de la cofradía y la empresa adjudicataria.

El concejal de Empresa y Empleo ha explicado que este espacio presenta problemas de humedad, orientación y ventilación, principalmente. Por ello, los trabajos se basan en mejoras de tipo funcional, ambiental y arquitectónica, haciendo especial hincapié en los aspectos relacionados con el camarín y su entorno y en la eliminación de todas las causas de humedad anormales.

Así, se resolverá la permeabilidad de sus muros y se eliminará el vidrio de la hornacina, que será sustituido por una malla, que permita la ventilación y que impida la entrada de animales. Asimismo, se plantea el cambio de la puerta existente por otra con rejillas que también posibilite el flujo de aire. Además, se colocará una réplica de la Virgen de los Desamparados en un material adecuado para soportar la exposición a altas temperaturas, en este caso el mármol, y que será confeccionada por el escultor José Casamayor.

El alcalde ha asegurado que la rehabilitación de este camarín, a cuya presentación ha asistido también el concejal de Cultura, José Antonio Fortes, constituía una "deuda histórica importante" y que no podía entenderse la actuación que se está llevando a cabo en el barrio de la Villa sin afrontar la restauración de este elemento y su entorno.

El regidor ha deseado una rápida culminación de los trabajos y que en breve, todos aquellos que acceden a la Villa vuelvan a ser bendecidos por la Virgen de los Desamparados, "que volverá al sitio del que nunca tendría que haber salido".

Por su parte, José Antonio González, representante de la Pontificia y Muy Antigua Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y María Santísima de los Desamparados (Antigua Concepción), ha mostrado su satisfacción por el comienzo de esta obra, que supone la culminación a más de treinta años de trabajo por parte de la hermandad para conseguir que su titular volviese al camarín.

En cuanto a la réplica de Casamayor, ha destacado que será más bien una alegoría de la Virgen de los Desamparados, que recordará a las dolorosas malagueñas de los años treinta.

La empresa adjudicataria de la rehabilitación de este histórico inmueble es Construcciones Zelev y el plazo de ejecución, dos meses. El presupuesto global, incluyendo la talla, asciende a 37.440 euros.

La actuación está incluida en el área temática 9 de Iniciativa Urbana: Cultura y patrimonio, y en la medida 9.3: Acondicionamiento de edificios culturales y patrimonio.

Datos históricos

Se trata de una pequeña hornacina o capilla de gran valor histórico y popular que se encuentra a la entrada de la Puerta Real de la Villa y junto de la muralla de la plaza de la Constitución. Según la tradición, siempre albergó la imagen de una virgen, algo que no permite ahora su actual estado de conservación.

El camarín, construido en el siglo XVII en lo que era un antiguo cuarto de guardia, fue remodelado en 1789. Durante la invasión francesa, esta capilla y talla que la ocupaba, dedicada en principio a la advocación de la Concepción, cobraron especial protagonismo. Los rebeldes que se oponían a la ocupación napoleónica eran ejecutados en la plaza, donde se ubicaban el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia. Al estar la Virgen en su camarín de la Puerta Real y ser el punto último al que dirigían sus miradas los condenados a muerte, empezó a ser conocida como de los Desamparados hasta el punto de cambiar su advocación por este nombre.

El camarín presenta un gran sentido de culto y devoción por su situación al final de una rampa y junto a la puerta de entrada al barrio por popular de la ciudad, lo que favorecía el rezo y la contemplación por parte de los fieles.