Camarín de la Virgen de la Piedad
Este singular edificio se encuentra en la plazuela formada por la confluencia de dos calles, la de las Tiendas y la calle Salvador Rueda, y constituye, sin duda, el monumento más emblemático de la ciudad para ilustrar el fenómeno de la sacralización del espacio urbano.
Este pequeño templete, que alberga las imágenes de la Virgen de la Piedad y Jesús Nazareno "El Rico", se levantó en el siglo XVII y es reformado en 1778. Se erige con una clara intencionalidad escénica: dominar visualmente las calles que accedían a la plaza de la Constitución, para recordar al caminante que el mundo y sus vidas sólo se podían interpretar bajo una visión religiosa.
A lo largo de la historia, los documentos han dejado constancia de la fuerte relación que ha existido entre este camarín y el monasterio de Nuestra Señora de Gracia (Las Claras) de la ciudad. Los maestros de yesería, talladores y doradores que realizaron las obras de decoración del camarín fueron los mismos que rehacen y remodelan la iglesia de las madres clarisas a raíz del terremoto de 1755.
Es un edificio trapezoidal de dos plantas, que presentan en su fachada principal un gran arco de medio punto (que sirve de ventana-expositor) con pilastras corintias, soportando un frontón curvo. A lo largo de su fachada, y a la altura de su planta principal, presenta una gran balconada de tipo procesionista y el conjunto está culminado por una linterna.
El interior del camarín es de planta poligonal y contiene una profusa y rica decoración: molduras, espejos, angelotes y restos de pinturas.
En 2001, el monumento fue restaurado por la Consejería de Cultura de la Junta, en colaboración con el Ayuntamiento de Vélez-Málaga.
Fuente: VV.AA. "Guía histórico-artística de Vélez-Málaga", 1997, Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vélez-Málaga y Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús "El Rico" y María Santísima de la Piedad.