Evaristo Guerra, durante su trabajo en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios. / Eva Guzmán.

En 1956 comienza a estudiar en una escuela de pintura veleña, dirigida por el conocido acuarelista granadino Juan Morcillo, aprendiendo con él los primeros rudimentos de su técnica pictórica, ejecutando en su taller, hasta 1960, distintos dibujos y cuadros.

A los diecinueve años, y decidido a ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, se traslada a Madrid, comenzando los estudios superiores de pintura que abandona al año de su ingreso. Siguió viviendo en la capital, alternando la pintura con otras actividades como panadero o trabajando en una empresa serigráfica, para poder seguir con su vocación artística.

A partir de 1969, y en sus continuos viajes a su pueblo natal y al de su mujer, en tierras malagueñas, va introduciendo en su pintura unos "paisajes soñados" que dan un giro a su obra.

La obra más emblemática de Evaristo Guerra es la que comenzó en el verano de 2005 en el interior de la ermita de la Virgen de los Remedios, una labor a la que ha dedicado doce años y que ha supuesto reflejar en los muros del templo el paisaje de la comarca de la Axarquía.

El artista pintó 1.150 metros cuadrados de paredes, lo que convierte a la ermita en el templo de España con más superficie pintada por un solo artista y la sitúa por encima incluso de la Capilla Sixtina del Vaticano, en la que Miguel Ángel cubrió en torno a 850 metros cuadrados.

En octubre de 2010, Evaristo Guerra fue nombrado Hijo Predilecto de Vélez-Málaga.