Real Convento de Santiago
(San Francisco)
Tras la conquista de la ciudad, sobre una mezquita se construyó la iglesia dedicada a Santiago. Ya en 1488, un padre franciscano vive cerca del templo pues su orden pretende construir un convento en esa zona de expansión. La oposición local inicial del cabildo no impide que los Reyes Católicos les concedan en 1498 permiso para la fundación del convento, otorguen fondos y les cedan la iglesia.
Su construcción se realiza durante el S.XVI y en el S.XVII están los franciscanos ocupándolo. La invasión francesa y los desastres de la guerra obligaron a los monjes a abandonar el edificio, que fue vendido en la desamortización de 1836, quedando sólo la Iglesia para uso de los fieles.
Los frailes vuelven al convento al final de la contienda civil española, restaurando el inmueble y dedicándose a la educación.
Del conjunto conservado destaca el claustro y la iglesia. El claustro es de estilo renacentista-mudéjar, en el que se aprecian claras similitudes con el de Nuestra Señora de Gracia. Presenta un patio cuadrado con cinco arcos por cada lado.
La iglesia tenía primitivamente una sola nave, pero sucesivas transformaciones le añadieron la nave lateral del Evangelio, el coro alto y la Capilla del Buen Pastor. La fachada está enmarcada en pilastras monumentales rematadas por un gran frontón.
El que es el convento más antiguo de la Comunidad Franciscana en la provincia de Málaga ha sido recientemente restaurado y los monjes han cedido parte de las dependencias para uso cultural del Ayuntamiento.
Fuente: VV.AA. "Guía histórico-turística de Vélez-Málaga", 1997 y Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vélez-Málaga.