Para Lobato, el mundo de la poesía era la vida. / Asociación de Amigos de Joaquín Lobato.

Lobato se licención en Filología Romántica en la Universidad de Granada y en 1976 escribió su primer libro "Metrología del sentimiento". En sus años de estancia en la ciudad nazarí, entró en contacto con las vanguardias culturales del momento.

De vuelta en Vélez-Málaga y al comienzo de los setenta, crea con un grupo de paisanos las "Reuniones de Poesía", en las que se hacían homenajes a poetas como Blas de Otero, Aleixandre y Alberti, con los que le va unir una gran amistad.

A partir de esta época, su actividad creativa va a ser imparable como cartelista, pintor, muralista, poeta y literato. En 1977 conoció a María Zambrano y colaboró en la creación de la Fundación que lleva el nombre de la filósofa veleña, convirtiéndose en miembro nato de la misma y secretario.

El artista falleció en 2005, a los 62 años de edad después de una larga enfermedad y donó al Ayuntamiento todo su legado artístico. Sólo en obra pictórica, el autor veleño cedió a su ciudad más de 900 trabajos, sin incluir los cuadernos en los que aparecen los bocetos previos de buena parte de sus cuadros y dibujos. La colección incluye asimismo una parte de obras realizadas de otros autores.

La obra literaria la forman los 22 libros de poemas y teatro que publicó en vida, así como manuscritos, correspondencias con autores vivos de la Generación del 27 y pintores como Miró. Asimismo, existen cuatro libros inéditos que no llegaron a ser publicados y otros tantos muy avanzados que tampoco vieron la luz, además de decenas de cuadernos de trabajo y de notas, y su biblioteca personal.

El legado incluye asimismo sendas colecciones cinematográficas y discográficas, carteles de películas y folletos de gran valor.