Ermita de la Virgen de los Remedios
Se levanta a mediados del siglo XVII, en la cumbre del cerro de San Cristóbal, aunque sufrió importantes reformas posteriores. En este mismo siglo la devoción a la Virgen de los Remedios adquiere gran interés por parte de la ciudadanía de Vélez, capitalizada por el padre Vedmar, que es quien crea la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, que se convertirá en la patrona de la ciudad.
La antigua imagen de Nuestra Señora de los Remedios fue traída en 1592 desde la capital granadina a Vélez-Málaga por doña María Calderón y ubicada en el oratorio particular de la casa del alférez don Francisco de Toledo, su hermano. Sin embargo, los numerosos milagros atribuidos a la imagen provocaron que hubiera de ser expuesta al culto público. Uno de los promotores de su pública veneración fue el Padre Vedmar, beneficiado de la iglesia parroquial de San Juan Bautista.
Su interior presenta una planta de cruz latina con tribuna-coro a los pies, la nave principal y la del brazo de crucero se cubren con bóveda de medio cañón. Destacan las pinturas murales de Felipe V y María Luisa de Saboya, como los escudos de armas de la ciudad de Vélez-Málaga y el monarca Borbón que se encuentran en los medallones ovales de las pechinas. Mención especial requiere el camarín, que es de planta cuadrada, donde se ubica la Sagrada Imagen de la Virgen, atribuida a Martín de Aldehuela.
A finales del siglo pasado el pintor veleño Evaristo Guerra llevó a cabo la decoración de los muros interiores de la ermita utilizando la técnica del fresco, pintando con su característico estilo diferentes paisajes y construcciones, lo que le ha valido el sobrenombre de la "ermita transparente", pues en sus paredes se revela todo el contexto paisajístico y urbano de Vélez-Málaga.
Fuente: Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vélez-Málaga.