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Panorámica de Vélez-Málaga
mié 21 may 2014

Academia Arcas, todo tipo de servicios relacionados con la educación y la logopedia en el centro histórico

Las hermanas Susana y Gema Arcas han puesto en marcha una academia en la zona de actuación de Iniciativa Urbana

Susana y Gema Arcas son dos hermanas que de pequeñas vivían junto a la Fortaleza, en la zona de actuación del proyecto cofinanciado con fondos FEDER Iniciativa Urbana "De toda la Villa", y que tenían inquietud por montar una academia en la que ofertar todo tipo de servicios relacionados con la educación y la logopedia en el centro histórico. En la siguiente entrevista, Susana explica cómo y por qué materializaron su idea.

Las hermanas Susana (izq.) y Gema (drcha.) Arcas.

Pregunta.- ¿Qué os llevó a tu hermana y a ti a montar este negocio en pleno centro histórico?
Respuesta.-
El local en el que nos encontramos, en calle San Francisco, había sido una pajarería que mi madre había ocupado de alquiler durante treinta años y aunque no sea nuestro, le teníamos mucho cariño. El otro motivo que nos llevó a instalarnos aquí fue la cercanía al colegio San José. Yo había trabajado en ese centro cubriendo una baja y muchos padres me habían preguntado si podía continuar dándoles clases a sus hijos, y mi hermana Gema es logopeda en el colegio. Esto es una zona de paso del colegio y se juntaron las dos cosas, que nos gustaba el lugar y la posibilidad de empleo. Además, no nos gustaba que se cerrasen los locales en esta zona y esta academia es una oportunidad de que vengan niños y padres a este entorno.

P.- ¿Qué tipo de servicios ofrecéis actualmente?
R.- Tenemos clases particulares, ofrecemos también grupos reducidos desde Primaria hasta Bachillerato, servicio de logopedia y también damos clases de Inglés. También atendemos a niños con necesidades especiales. Tenemos a alumnos son síndrome de Down, con hiperactividad o con dificultades de aprendizaje de cualquier tipo. Se busca integrarlos progresivamente en los grupos, algo que podemos hacer al ser estos reducidos. Los grupos son de un máximo de seis alumnos. Otro servicio con el que contamos y que está funcionando bastante bien es la preparación específica para exámenes. Se trata de niños que no vienen mensualmente a la academia, pero para alguna prueba en la que tengan alguna dificultad, contratan un determinado número de horas.

P.- Pero aquí no sólo vienen niños, ¿no?
R.- Efectivamente. También formamos a personas mayores de 18 años en riesgo de exclusión social para obtener el graduado en ESO. Es un servicio que funciona a través de Cáritas, que subvenciona esos cursos.

P.- En general, ¿estáis satisfechas con la marcha del negocio?
R.- Nos está yendo bastante bien. Tenemos alrededor de treinta alumnos, de entre 5 y 40 años, así que no nos podemos quejar.

P.- ¿Qué tenéis planeado para más adelante?
R.- Pues a corto plazo, el mes que viene, mi hermana impartirá un taller de voz al que puede apuntarse cualquier persona con dificultades en el habla. Y de cara al próximo curso, en lo que respecta a los idiomas, también queremos ofertar Alemán y Francés.

P.- ¿Qué opinas sobre los deberes que se mandan a los niños? ¿Crees que son excesivos?
R.- Veo bien que el niño tenga un refuerzo en casa de lo que se ha trabajado en clase, pero hasta qué punto. Esa es la duda. Creo que en la mayoría de los casos, son excesivos los deberes que se mandan a los niños. A nosotras eso nos perjudica porque si un alumno tiene dificultad en una determinada materia y trae demasiados deberes de todas las asignaturas, cuando queremos ponernos a reforzar lo que de verdad necesita ya no nos da tiempo. Lo hablamos con los padres y les decimos las dos opciones que tienen: que el niño haga los deberes en casa y aquí refuerce lo que tiene que reforzar o que vengan aquí a hacer los deberes.

P.- Y ese problema será incluso más grave en algunos casos, ¿no?
R.- Claro, imagina el niño que tiene problemas en todas las materias y tiene muchos deberes de cada una de ellas. Eso supone que siempre va un poco a remolque. Pero eso ya no depende de uno u otro colegio o de los profesores. Es que tenemos un sistema educativo que está así montado. Hay que llegar a unos objetivos y da igual desde donde parta cada alumno. Hay que conseguir unos objetivos sí o sí y a unos ritmos impuestos.

P.- ¿Planteáis alguna alternativa?
R.- En verano queremos hacerlo a nuestra manera, ya que no hay deberes, y hemos planteado un campamento en el que las actividades sean lúdicas. Queremos reforzar conceptos que se hayan dado en el colegio pero con una metodología completamente distinta y al ritmo que marquen los alumnos. Tenemos pensados talleres de manualidades, lectoescritura, comprensión lectora y juegos educativos en inglés.

P.- Estáis teniendo una buena acogida en el barrio y la prueba es que la pasada Navidad, ganasteis el concurso de escaparatismo organizado por la Asociación de Comerciantes del Entorno de San Francisco.
R.- La verdad es que sí. Nos volcamos mucho con esa actividad nosotras y los propios alumnos. Nos gusta este barrio, la gente nos conoce y lo intentamos hacer lo mejor posible. Esto nos lleva a tener un trato cercano con los padres y a poder hablar con ellos con tranquilidad de cualquier tema que ataña a sus hijos. Además, contamos con muchos alumnos del colegio San José y sabemos que tenemos la puerta abierta de cualquier profesor de este centro para hablar con ellos y poder trabajar en la misma línea con los niños.