Use JavaScript
Panorámica de Vélez-Málaga

La ciudad barroca

Al adentrarnos en el siglo XVII, el municipio de Vélez-Málaga alcanza una población de unos 4.000 habitantes, la ciudad es eminentemente agrícola, vinculada con un territorio de fuerte desarrollo económico, con periodos de auge y crisis, lo que explicará etapas de febriles reformas urbanas y edificaciones, así como la languidez de otros periodos no tan favorables en el futuro.

Vista general de Vélez-Málaga hacia 1660 en una grabado de Van Berge.

Desde finales del siglo XVI y en el siglo XVII se operan transformaciones esenciales en la economía comarcal que explicarían el continuo crecimiento de la ciudad de Vélez-Málaga. Se desarrolla un nuevo modelo de agricultura especializada en productos especulativos destinados a la exportación, como será el caso de la viticultura, que llegará a consolidarse a finales del siglo XVI.

Semejante proceso determinará que el cultivo de las viñas, tanto para producir pasas como vinos, comience a perfilarse como un auténtico monocultivo en muchos pagos de la Axarquía. Semejante tendencia se intensificará fuertemente en los siglos XVII y XVIII gracias a la rentabilidad que alcanzará la viticultura y al éxito que de los caldos olorosos de Málaga en el norte de Europa.

La presencia de la iglesia será abrumadora desde el siglo XVI hasta el XVII, donde las diferentes órdenes religiosas que ya estaban en la ciudad o que se habían instalado recientemente irán creando nuevos conventos o reformándolos y ampliando los ya creados.

Es el caso de los franciscanos (convento de San Francisco), las clarisas (convento de Nuestra Señora de Gracia), los capuchinos (convento de San Antonio de Padua), la orden de San Juan de Dios (Hospital de San Juan de Dios) y los carmelitas (monasterio de San José de la Soledad), a los que se unirán a finales del XVII y principios del XVIII las carmelitas descalzas (convento de Jesús, José y María).

La sacralización del espacio urbano significó asimismo la construcción o recuperación de ermitas y otros lugares de culto que a veces apenas si eran más que un pequeño altar o una hornacina en la pared, destacando la creación de la ermita de la Virgen de los Remedios (1649) en el cerro gemelo a la fortaleza.

Fuente: Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro Histórico de Vélez-Málaga (PEPRI).